viernes, 29 de junio de 2007

¿Para que vinimos al mundo?



Yo creo que vinimos al mundo con dos objetivos principales:

1.- Ser felices.

Aunque mucha gente piensa que tenemos que sufrir para merecer la felicidad, yo creo que están equivocados. El mundo es maravilloso. Estar vivo es un privilegio y no sabemos cuando va a terminar. Por eso, es mejor disfrutar de todas las cosas buenas que están a nuestro alcance hoy, mañana, quien sabe.

La siguiente pregunta es ¿Qué necesitas para ser feliz?
Necesitas estar vivo y que tu cuerpo y tú mente funcionen correctamente, para realizar todas las actividades que necesitas. Lo siguiente, es entender que la felicidad es tu actitud ante la vida. Las circunstancias que nos toca vivir a todos, van cambiando, a veces son muy favorables, a veces son desfavorables. La diferencia es la actitud con que las enfrentamos. No es lo que te pasa, es lo que haces con lo que te pasa. Sonríe todo lo que puedas, desde que te levantas. Valora las cosas bonitas de la vida y disfrútalas. Si puedes hacer algo para mejorar, hazlo con entusiasmo y alegría, todo va a salir bien.

2.- Aprender.

Toda nuestra vida es un constante aprendizaje. Desde bebes hasta el día que nos toca morir, estamos aprendiendo diferentes cosas. Aquí también la actitud que tengas ante la vida, determina el valor de la experiencia. Todo lo que te toca vivir representa una lección de la que tienes que aprender algo.

Concéntrate en vivir cada día de la mejora manera posible. Tu poder esta en el presente siempre. Hoy es cuando puedes hacer cosas, tomar decisiones y cambiar tu vida.




viernes, 15 de junio de 2007

Enamorarse o no, ¡he ahí el dilema!



¿Que es enamorarse? ¿Qué ideas tenemos acerca de enamorarnos? ¿Cómo sabemos cuando estamos enamorados realmente? ¿Cómo distinguimos amor de sexualidad? ¿el amor se acaba? ¿dura tres meses? ¿Por qué nos complicamos tanto la vida con algo tan sencillo?

Es un tema bastante complicado. Empecemos por algo.

Si aceptamos la idea de Platón de que cada alma se divide en dos cuerpos y que tenemos que encontrar cada quien a esa otra mitad, ¡que historia tan terrible!; imagínate que tu alma gemela está en el otro lado del mundo; o que es gay; o que se muere antes de tiempo; o que ya está casada; o una y mil razones diferentes por las cuales no la encuentras. Dios tendría que ser muy cruel para hacer algo así. Imagínate cuantas coincidencias tendrían que suceder para que las almas gemelas se encontrarán: Coincidir en tanto espacio, tanto tiempo, tanta gente.

¿Tendría la misma edad que tu? ¿Se parecería a ti? ¿Todos tendrían una?, y si hay más mas mujeres que hombres, ¿quien se queda sin media naranja y quien no? ¡Terriblemente complicado!

Yo creo que NO hay un alma gemela esperando por ti, ni tu tienes que encontrarla. Imagínate, cada quien necesitaría una contraseña especial y ¿si no te gusta?, ¡que oso!, ¿no crees?

Despreocupate,
¡eres libre de elegir!

Otra idea que nos complica la existencia es pensar que el amor es un accidente: que te enamoras por accidente, de alguien que cruza por tu vida, no tan accidentalmente y que la hace mucho mejor o mucho peor de lo que era antes. Lo de accidente aplica porque creemos que nos enamoramos sin querer, porque si, que es algo que está fuera de tu control, donde tu voluntad no tiene nada que hacer y que no puedes evitar.

En este caso podríamos culpar a Cupido; el flechazo de cupido. Imagínate como sería cupido (Un tipo vestido con pañal, caprichoso e inmaduro, además de irresponsable, porque se la pasa tirando flechazos a lo bruto). De que otra forma explicaríamos que la gente se enamore de gente que no le conviene, o gente que no le corresponde, o gente que está a su vez, enamorada de otra gente; que la gente se diga enamorada y al rato ya no quiere saber nada de la otra persona, ¿será que las flechas no son de larga duración? ¿Se olvidará de refrendar el flechazo a tiempo? ¿Se equivocará de flechas, o de personas?

Creo que NO existe cupido y que enamorarse no es un accidente. Nos conviene decir que es algo fuera de nuestro control porque así evitamos ser responsables de estar enamorados.

La verdad es que: tu decides cuando enamorarte y de quien.

Enamorarse es una decisión personal, solo que en lugar de dejárselo a nuestro inconsciente incompetente, debemos realizarlo a nivel consciente, como lo que es realmente, un acto de voluntad.

Cuando pones tu atención en una persona y te interesas en ella, estas tomando la decisión de enfocar tus sentimientos y tus necesidades en esa persona; entonces empiezas a crear una dependencia de esa persona y crees que estas enamorada. Porque te gusta estar con ella, porque te emociona estar con ella, pensar en ella, hablar con ella; conviertes a esa persona en el centro de tu universo y haces que el objeto de tu afecto, sea el responsable de tu felicidad o infelicidad según el caso y el momento.

¿Te quieres enamorar?

Tú eliges, tú decides. Decides enamorarte y te enamoras. ¡Es algo maravilloso!

¿Y que pasa después?

Yo creo que de igual manera como decides enamorarte, también puedes decidir desenamorarte, pero a diferencia del primer proceso que puede ser instantáneo a veces, el segundo proceso es más lento, más complicado y seguramente doloroso, ya que implica renunciar a esos sentimientos y cambiarlos, renunciar a esa parte de ti mismo que estás utilizando para justificar tus actitudes, romper una dependencia, volver a estar sola, cerrar el circulo. Es algo que nos da miedo y que no queremos hacer; y es mucho más fácil justificarnos si decimos que no depende de nosotros. Así no somos responsables, no estamos equivocados.

Pero de que es posible, es posible.

De hecho lo hacemos. De una manera muy complicada, difícil y dolorosa, pero lo hacemos. Al final, el tiempo cura todas las heridas y terminamos olvidando. Lo soltamos, lo dejamos ir y podemos empezar de nuevo, pero con otra perspectiva.

Lo más difícil es aceptar la responsabilidad.


lunes, 11 de junio de 2007

Solo te pueden molestar si tu lo permites








Las cosas o las personas, solo te pueden molestar en la medida que tu lo permites. No se trata de que cierres los ojos o pretendas que las cosas no pasan, no. Se trata de que no les des a los demas el poder de dañarte o hacerte sentir mal.



Piensa, si se tratara de gente que no tiene nada que ver contigo, no te importaria; solo la gente que tu quieres te puede lastimar, ¡porque tu lo permites!. Cuando te sientes triste lo primero que tienes que hacer es ¡sonreir!, sonrie, sonrie, sonrie... al poco rato ya te la creíste y dejas de estar triste. Además, las sonrisas son contagiosas.

Cuando tengas ganas de llorar, date permiso de llorar a todo lo que des, hasta que saques eso que te está molestando; si tienes ganas de gritar, busca un lugar abierto o encierrate en tu cuarto y grita, grita todo lo que necesites; si estas enojada y quieres golpear algo, agarra un cojin o una almohada y pegale con todas tus ganas; no te guardes las cosas, busca la forma de sacar toda esa energía atorada.

Ya que sacaste lo que te hace sentir mal, empieza a ver las cosas con un poco mas de objetividad, piensa si en verdad vale la pena, recuerda que todo tiene solución en esta vida, menos la muerte. La mejor manera de quitarte una depresión, es disfrutando de tu depresión.
¡En serio!, usamos la depresión como una forma de conseguir afecto. Todo mundo viene y trata de levantarte el ánimo. Cuando dices ¡que rico es estar deprimida!,
¡voy a disfrutar de estar deprimida!, o ¡me voy a sentir deprimida media hora!, aunque no lo creas en este momento sucede algo mágico: la depresión pierde su razón de ser y se va...

Necesitamos re-aprender a valorar las cosas que tenemos. El solo hecho de despertar cada mañana, es una razón suficiente para ser feliz. Sigues en este mundo y tienes otra oportunidad para hacer algo.

Alguien dijo: "Yo me quejaba de que no tenía zapatos, hasta que vi a uno que no tenía pies"

La felicidad es la actitud que tienes ante la vida. No depende de cosas externas o de otras personas.

El amor esta en tu interior, no lo busques afuera. Empieza por quererte a ti mismo.



Reflexiona, ¿si lo mismo que me lastimo, lo hubiera dicho una persona que ni conozco ni me importa, me hubiera lastimado?,




Seguramente la respuesta es no.




jueves, 7 de junio de 2007

El concepto de la felicidad


La gran mayoría de la gente busca la felicidad en el exterior: en una persona ideal, en una casa nueva casa nueva, un coche nuevo, en tener mucho dinero (para comprar felicidad, claro).

Otras creen que se debe sujetar a que ocurran determinados eventos:

· Que sea el día de tu cumpleaños, en que muchos te felicitan, te desean felicidad, te dan un abrazo, un apretón de manos y algunos más hasta regalos; entonces te das permiso de ser feliz.
· Que te gradúes, cuando te gradúes y seas profesionista entonces serás feliz porque lograste la meta, el triunfo.
· que te cases, cuando te cases y formes una familia seguro que vas a ser feliz, con la persona que elegiste para vivir juntos tanta felicidad
· Que tengas un hijo, cuando tengas un hijo y por ende seas padre o madre; entonces serás feliz, con los juegos y risas del nuevo niño o niña (las desveladas, llantos, berrinches, travesuras y demás, será otra cosa)
· Que hagas un viaje, serás feliz porque conocerás otros lugares, otras personas, otras formas de pensar.
· Que gane tu equipo de futbal o que la selección nacional por fin sea un equipo ganador, campeón del mundo ¡pura felicidad!

En fin.

El problema es que nos condicionamos a sentirnos felices solo si las circunstancias se presentan de la forma ideal que nosotros deseamos. Cuando eso pasa, entonces nos damos permiso de ser felices. Pero la felicidad dura solo un poco de tiempo y después queremos que suceda otra cosa para volver a sentirnos felices.

Total, la vida se convierte en una incesante persecución de posesiones, eventos, personas y acontecimientos, para poder ser felices a cuenta gotas. Solo por breves espacios de tiempo.

¿Cuál es el problema? El concepto.

Si podemos cambiar nuestro concepto de la felicidad (y sí podemos hacerlo), nos damos cuenta de que las cosas cambian, o nuestra percepción de la realidad cambia, nuestra actitud cambia y entonces la definición de felicidad cambia.

“La felicidad es tu actitud ante la vida”.

La felicidad no esta en el exterior ni depende de ninguna persona o acontecimiento. Que seas o no feliz depende únicamente de tu actitud ante la vida, está en ti, en tu interior.

¿Que necesitas para ser feliz?

Para empezar, empieza por quererte a ti mismo, por aceptarte tal y como eres. Después de todo, en este momento eres la mejor persona que puedes ser. Sin ti no puedes vivir (recordando a Paco Stanley). Para ti, tú eres la persona más importante del mundo, la mejor persona del mundo. Eso si, sin ti no puedes ser feliz.

El empaque que te toco es lo de menos. Bueno, regular o malo (según contra que lo compares), eso eres. Si puedes mejorar algo, ¡adelante! Baja de peso, cambia tu look, cómprate otra ropa, llégale a la cirugía plástica. Lo que tú quieras y puedas. Al fin de cuentas es tu decisión.

Si te das cuenta, despertar cada mañana y saber que sigues en este hermoso mundo, es suficiente para ser feliz. Esto sin contar que tu cuerpo es una maquina perfecta y maravillosa, que tiene una serie de capacidades increíbles y solamente necesita que lo cuides y lo mantengas en buenas condiciones. Que tu cerebro, tu mente, tus facultades mentales, están en su plenitud y eres dueño de tus propias decisiones. (De no ser así no estarías leyendo esto)

Tienes excelentes capacidades que te permiten desempeñar un sinfín de actividades: trabajar, estudiar, aprender, conocer personas, comunicarte, ser parte de muchas cosas valiosas. Tienes familia, amigos, compañeros de escuela, de trabajo.

No solo eres capaz de sobrevivir un día más, sino de vivir plenamente cada día, con tu mente en el presente, con la mágica capacidad de todos tus sentidos para disfrutar de todo lo que el mundo y la vida ponen a tu alcance.

La felicidad no depende de tu edad, ni de tu posición social o en el trabajo. Depende solo de tu actitud. Tienes la capacidad de ser feliz, solo falta que la ejerzas.

No quier decir que seas inmune al dolor, a los problemas o que ignores las circunstancias desfavorables que te toca vivir. Quiere decir que vives la vida con otra actitud.

Te acuerdas como es cuanto estás enamorado / enamorada. Las cosas se ven diferentes, todo parece más bonito, las plantas son más verdes, la luna brilla, todo está perfecto. Sin embargo, el mundo es el mismo. ¿Qué cambió? ¡Tu actitud ante la vida!

Entonces, ¿que necesitas para ser feliz?


lunes, 4 de junio de 2007

Todos fracasamos

Todos fracasamos. Pero lo que duele no es el fracaso. Lo que duele es saber que no diste lo mejor de ti.

(Del libro: ¡Sea feliz ya!, de Andrew Matthews)

Un fracaso puede ser el resultado de un error, pero el hecho de que fracasemos en algo, no quiere decir que no seamos capaces de lograrlo. Quiere decir que nos falto hacer algo o que hicimos algo mal. Siempre tenemos la oportunidad de aprender; entonces, lo volvemos a intentar, pero ya de otra forma.

Lo importante es entender que no hay nada malo con nosotros mismos, solo estamos aprendiendo como hacer bien las cosas. Los fracasos son más bien, una lección de vida.

Uno de nuestros objetivos en la vida, es aprender. Nunca dejamos de aprender, hasta el último momento de nuestra vida. Nuestros éxitos nos confirman nuestra capacidad para lograr lo que nos proponemos; quiere decir que hemos aprendido la forma correcta de hacer algo. A eso le llamamos experiencia y es parte de nuestro proceso de crecimiento.

En cambio, nuestros fracasos y errores, nos enseñan que algo hicimos mal o que tomamos el camino equivocado. Por cada uno de estos eventos desafortunados, tomamos una lección, aprendemos que son las formas equivocadas, para no repetirlas.

Pero los errores propios no son la única forma de aprender, ¡nadie vive tanto tiempo!, ni es capaz de cometer todos los errores del mundo. Por lo general aprendemos de otras personas, ya sea porque nos enseñan la forma correcta de hacer las cosas o porque los vemos equivocarse y fracasar.

Tenemos infinidad de formas de aprender: explicaciones, ejemplos, lecturas, historias.

Lo importante es saber que los fracasos y errores, son experiencias tan valiosas como los éxitos. Y que un fracaso, es solo eso, un fracaso. No tiene nada que ver con nuestras capacidades o nuestro valor como persona.