martes, 12 de abril de 2011

REFLEXIONES SOBRE EL LIBRO "DIOS VUELVE EN UNA HARLEY", PARTE 2

Continuamos con las reflexiones del libro. La siguiente frase me gustó mucho. “Intenta no pensar en función de pecados. Estás aquí para aprender, no para atormentarte con el sufrimiento pasado. Olvídate de todo eso, limítate a vivir este preciso momento, e intenta amar lo que ves.” Totalmente de acuerdo. Estamos aquí para aprender y si en algún momento rompemos una regla por las razones que sean, más que el sentimiento de culpa, lo que nos sirve es reconocer nuestra responsabilidad, porque a partir de esto es que aprendemos del error. Las reglas nos ayudan a establecer el comportamiento deseable y aceptado por la mayoría de las personas con las que convivimos. Existen reglas de carácter universal, como “no mataras” o “no robaras” y que todos entendemos como buenas y válidas. Existen otras reglas cuyo cumplimiento es deseable, pero que al final depende de la decisión de cada persona si la cumple o no. Por otro lado, también mantenemos reglas que ya no aplican ni se justifican, ya sea porque han pasado muchos años o por que han cambiado las cosas. “Cuida de ti misma ante todo y sobre todo. Pues tú eres yo y yo soy tú, y cuando cuidas de ti, cuidas de mí. Juntos nos cuidamos uno al otro.” No se trata de ser egoísta, se trata de valorarnos a nosotros mismos porque somos la mejor persona que podemos ser en este momento. Cuando te amas y te aceptas tal como eres, te procuras lo que necesitas y haces lo necesario para estar bien. Si tú estas bien, entonces puedes ayudar a las personas que quieres o compartir lo que tienes con otras personas. “Lo esencial es ser honesto con uno mismo, para que nada ni nadie te intimide” Cuando te aceptas tal y como eres, no tienes que esforzarte por aparentar que eres de tal o cual manera. Simplemente eres tú mismo, eres auténtico y las demás personas lo perciben y te aceptan tal como eres. “Cuando sepas con exactitud quien y que eres, con todos tus defectos y cualidades, entonces no tendrás que gastar tiempo y energía tratando de ser distinta. El siguiente paso será aceptar tus defectos y ahondar en tus virtudes, y amar todo lo que constituye tu persona”. Esto representa aceptarte tal y como eres, amarte a ti mismo, tal y como eres. Reconocer tus virtudes y habilidades para desarrollarlas; reconocer tus defectos y aceptarlos. Si los puedes cambiar, adelante, es tu decisión. “Esto era el verdadero amor, la clase de amor que siempre habías estado buscando y que había estado en mi misma durante todo ese tiempo”. “Lo único que tenía que hacer era verme a mí misma tal y como era, quererme por lo que era y luego, simplemente, compartir ese amor”. Cuando aprendes a amarte a ti misma, tal y como eres, ese amor que hay en tu interior, crece y crece sin medida. Podemos hacer crecer ese amor y llenarnos tanto de él, que podemos compartirlo con las personas que nosotros queremos. Para nosotros mismos, somos la persona más importante del universo, solo tenemos que aprender a querernos tal y como somos. “Amor en su forma más pura. Esa clase de amor que tan solo quiere expresarse, que no pide nada a cambio.” “Me invadió un amor magnánimo para mí misma. No importa que aspecto tenía o que conseguía en la vida ¡Me quería a mi misma!” Este es el primer gran cambio que necesitamos lograr. Entender que el amor nace de nosotros mismos y empieza por amarnos a nosotros mismos, sin condiciones, sin limitaciones. No te criticas, no te regañas, en lugar de eso te amas y te apoyas en todos tus proyectos. Si te equivocas aprendes, si lo logras, ¡disfrútalo! “Tienes que actuar de corazón – dijo – Se tu misma, sin más. Utiliza tu verdadera personalidad. Empieza por las cosas con las que de verdad disfrutas, hazlas cada día, varias veces al día si te apetece. Ponte la ropa con la que te sientes más a gusto. Se tú misma. Escucha la clase de música que de verdad te conmueve. Confía en que tu cuerpo te diga que comer en vez de seguir una dieta demencial.” Que maravilloso es poder hacer lo que uno siente. Darte permiso de ser tu misma sin más, experimentar la vida en toda su maravillosa extensión, ser consciente de cada detalle, disfrutarlo por el simple hecho de estar vivo. Vestirte bien, pero a tu gusto, para gustarte a ti misma antes que a los demás. Darte permiso de vivir a plenitud cuando las circunstancias te lo permiten, porque nunca sabes cuándo vas a enfrentar una pena o un dolor. “Me sentía bella y sexy simplemente por el hecho de existir. No me importaba como me clasificarían los demás, y aquella era una sensación maravillosa.” Te amas y te aceptas tal y como eres, te sientes bella y sexy y lo proyectas de una forma tal, que los demás lo perciben. No importa cuánto pesas, tampoco importa compararte con nadie, el amor es tuyo y puedes hacer lo que quieras con él. ¿Qué cosa más hermosa puedes hacer, si no es compartirlo? “La vida se había convertido en una aventura muy apasionante. Eran muchas las cosas que habían cambiado pero, sobre todo, era yo la que había cambiado.” Esta es la frase con la que cierra el libro. Finalmente se da cuenta de que es ella misma la que ha cambiado, cambió sus ideas, sus pensamientos y esto la llevó a cambiar su forma de vivir.